Pero, no no voy a hablar de la Violencia de Género en estos días en los que todos estamos un poquito más mentalizados para acabar con esa lacra que nos avergüenza como humanos, no, voy a hablar de la falta de TOLERANCIA.
No entiendo ni creo que entienda nunca, como se puede enarbolar la palabra libertad para disfrzar la intolerancia e imposición de tus ideas o creencias. Los padres de algunos colegios públicos se niegan a que se retiren los crucifijos de las aulas y vociferan que el laicismo de los espacios públicos es un ataque a su libertad religiosa y la expresión de la misma. Yo esto lo veo tan claro que me cuesta explicarlo, doy por hecho unas estructuras sociales que solo a través de un ejemplo puedo resumir lo contradictorio de esta posición.
A todo el mundo le parece normal que en una habitación donde haya una persona donde le moleste el humo del tabaco, no se debe fumar, que la libertad de todos no esta en hacer lo que uno quiera sino en respetar a todos y crear un ambiente bueno de convivencia. Que en los lugares públicos donde podemos estar todos porque son de todos, no se pueden imponer las creencias de unos por muy mayoría que sean. En un país aconfesional, que podemos seguir distintas religiones o ninguna, los lugares que representan al Estado deben ser aconfesionales, y para el desarrollo libre de las creencias de cada uno, esta el ámbito privado pero tambien el público, libre y abierto, como reconoce nuestra constitución.
1 comentario:
Como diría Pablo Motos; Si quitamos todos los crucifijos... ¿has pensado alguna vez que pasaría si viniera un ataque de hombres-vampiro? Estaríamos perdidos.
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